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CONSEJOS DE CONDUCCIÓN: REDUCCIÓN DEL MANTENIMIENTO DE LA DIRECCIÓN

Con el paso de los años, todos desarrollamos malos hábitos de conducción. Y no solo consisten en conducir a altas velocidades o frenar tarde, sino también revolucionar motores fríos o conducir con el pie en el embrague. Puede que desconozcas que algunos de tus hábitos cotidianos están causando un esfuerzo innecesario en tu coche o camión. De hecho, día tras día, esos comportamientos subconscientes pueden contribuir rápidamente al desgaste de las piezas de dirección y suspensión. Veamos unos cuantos malos hábitos de conducción habituales que pueden hacer que suban las facturas de mantenimiento.  

¿Eres culpable? Malos hábitos de conducción y sus síntomas


Dejar la mano sobre la palanca de cambios
Es bastante habitual dejar la mano descansando encima de la palanca de cambios. Pero recuerda que la palanca de cambios está conectada a la barra de control, de modo que el peso de tu brazo puede empujar las horquillas de selección contra los engranajes y provocar desgaste. Además, es una práctica de conducción segura mantener ambas manos en el volante siempre que sea posible.

Conducir con el indicador de combustible encendido
Si se te agota el combustible y abusas de tu suerte con la luz de advertencia, deja de hacerlo. Un depósito casi vacío genera calor y puede provocar que la bomba de combustible se averíe. También puede dañar el convertidor catalítico y, si hay suciedad en el depósito, el filtro del combustible puede obstruirse. La moraleja de esta historia es: ¡no te arriesgues! Repón combustible inmediatamente.

No usar el freno de estacionamiento
¿Ves el freno de mano? No está ahí porque sí. Incluso si tienes uno automático, deberías usar el freno de estacionamiento (o ‘emergencia’) cada vez que aparques. Esto proporciona una sujeción segura, además de ayudar a proteger las piezas y la transmisión.

Descansar el pie en el embrague
‘Pilotar el embrague’ es tentador, pero esto hace que esté parcialmente desembragado. Puedes provocar un desgaste innecesario en la placa del embrague si dejas el pie encima del embrague en vez del suelo. Desembragar para que el coche avance es un hábito peligroso si de repente tienes necesidad de desviarte o maniobrar.

Acelerar sobre baches y hoyos
Puede que creas que tu coche lo puede aguantar, pero conduce lenta y cuidadosamente cuando haya baches u hoyos en la carretera. Además de ser altamente peligroso, los impactos con los obstáculos de la carretera pueden hacer que las ruedas se desalineen y se dañen las piezas de la suspensión.

Revolucionar el motor cuando está frío
Incluso si tienes prisa, deja que el motor se caliente gradualmente. Demasiadas revoluciones por minuto en un motor frío crean tensión, ya se trate de un coche antiguo o uno nuevo.

Conducir con una marcha demasiado alta
Mantener bajas las revoluciones ahorra combustible, pero una marcha demasiado alta atascará el motor. Especialmente en pendientes, son necesarias revoluciones suficientes para que el coche avance de forma óptima.

¿Cómo puedes saber si la dirección o la suspensión están dañadas?

Si has provocado o empeorado problemas debido a unos malos hábitos de conducción, puede que empieces a notar algunos síntomas. Aunque parezca que no son urgentes, no los ignores o podrían dañar tu coche y provocar un accidente grave. Entre las señales de aviso de que hay problemas acechando con la dirección y la suspensión se incluyen:

  • Temblores o vibraciones en el volante
  • Ruidos al girar el volante
  • Chirridos o golpeteos debajo del coche
  • Bascular hacia un lado al conducir
  • Holgura o juego excesivo en el volante

¿Cuándo deberías revisar tu vehículo?

Cada coche es diferente y los fabricantes proporcionan sus propias directrices (encontrarás estas recomendaciones en el manual). Sin embargo, es una buena práctica hacer revisión una vez al año, ya que las señales tempranas de deterioro pueden verse y corregirse rápidamente.

Por supuesto, si tienes un impacto en la carretera o te encuentras implicado en una colisión, no esperes hasta la siguiente revisión periódica para que un mecánico cualificado revise tu vehículo.

Unos malos hábitos de conducción, así como retrasar el mantenimiento periódico, pueden empeorar los problemas y afectar al manejo del coche. Ocurre con frecuencia, que tratando de evitar gastar dinero, los problemas pequeños tengan un efecto multiplicador y sean causa de problemas más costosos.

Descubre más sobre cómo puedes proteger la dirección y la suspensión de tu coche.

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El contenido que aparece en este artículo tiene fines únicamente de entretenimiento e información y no deberá usarse en sustitución de consejos profesionales de un técnico o mecánico acreditado. Te invitamos a consultar a un técnico o mecánico acreditado si tienes preguntas o dudas concretas relacionadas con alguno de los temas que aquí se cubren. Bajo ninguna circunstancia nos hacemos responsables de cualquier pérdida o daño causada por los contenidos relatados.